oftalmovisionmadrid

¿Puedo saber si tengo un glaucoma sin ir al oftalmólogo?
No. Lo normal es que una persona que tenga un glaucoma en las primeras fases no note nada en su día a día. Cuando una persona con glaucoma presenta síntomas, es porque se encuentra en una fase avanzada de la enfermedad.
¿Cómo sé si tengo glaucoma entonces?
La prevención tiene un papel fundamental en la detección del glaucoma. Se recomienda una revisión anual de la tensión ocular en los mayores de 45 años, ya que en fases iniciales se puede dar tratamiento para intentar evitar el avance de la enfermedad.
¿Puedo hacer algo para evitar el glaucoma?
Si, acudir a revisiones periódicas. No existe ningún otro método conocido hasta la fecha para prevenir esta enfermedad.
¿Y dónde voy a mirarme la vista?
El mejor sitio es acudir a una consulta médica de oftalmología. Las ópticas suelen realizar despistaje de tensión ocular con tonómetro de aire. Es un método de elevada sensibilidad, pero de baja especificidad. Esto quiere decir que detecta como enfermas a muchas más personas de las que realmente lo están. Por esta razón, los pacientes suelen terminar en una consulta especializada para confirmar el diagnóstico.
El diagnóstico no es siempre sencillo, ya que, al ser una enfermedad de avance lento y poca sintomatología, se requiere de un seguimiento prolongado para evidenciar cambios que confirmen la presencia de glaucoma.
Cuando estamos delante de un paciente con sospecha de glaucoma, es fundamental realizar un estudio completo del ojo y del campo visual. Esta primera exploración nos ayuda a realizar un seguimiento y así poder evidenciar cambios en el tiempo.
¿Existe solo un tipo de glaucoma?
Tal y como nos explica el Doctor Torres, el glaucoma es una enfermedad del nervio óptico que se asocia a un aumento de la tensión intraocular. Esto conlleva un deterioro progresivo del campo visual que puede ocasionar, en última instancia, la ceguera.
Existen dos tipos de glaucoma, el primario y el secundario.
El glaucoma primario suele tener antecedentes familiares y es el que nos encontramos en la consulta con más frecuencia.
El glaucoma secundario es más infrecuente, generalmente más agresivo y suele tener una causa específica y conocida, como pueden ser los traumatismos, las inflamaciones, el síndrome de pseudoexfoliación, etc.
Una vez diagnosticado el glaucoma, enfocamos el tratamiento en disminuir la tensión ocular. Dependiendo del caso, se puede realizar de dos maneras: usando colirios hipotensores, o mediante cirugía.
Conclusión:
La única forma de prevenir el daño severo en el glaucoma es su detección precoz. Para ello es imprescindible realizar consultas periódicas en un centro oftalmológico.
Aunque no se tenga antecedentes familiares de glaucoma, es importante que, a partir de los 45 años acudas a un especialista para despistaje de la enfermedad
El Doctor Torres, especialista en glaucoma, nos lo cuenta en el siguiente video.